Dinosaurios

jueves, 10 de junio de 2010


En general es verdad que los dinosaurios son reptiles enormes. La palabra dinosaurio significa lagarto terrible, y sintetiza la impresión que nos producen. Los mayores de ellos fueron los animales más gigantescos que jamás existieran sobre la tierra. Entre éstos se incluyen los saurópodos herbívoros de cuello largo, como el Seismosaurus, que alcanzaba el largo de 5 autobuses aparcados uno detrás del otro, y el Ultrasauros, con una altura de 15 metros cuando estiraba la cabeza hacia arriba, como las jirafas. Por su tamaño, estos gigantes rivalizaban con las ballenas más grandes que ocupan los océanos actuales. Es algo sorprendente, porque el agua actúa como soporte para el gran tamaño de la ballena, pero los dinosaurios carecían de este soporte. Los animales terrestres más grandes que conocemos en la actualidad, los elefantes, llegan a pesar cinco toneladas; una insignificancia si lo comparamos con el peso estimado del Ultrasauros: el equivalente a 22 elefantes.

Anuncio

jueves, 3 de junio de 2010

He puesto este anuncio porque me gusta la forma en que lo han hecho.Intena vender las nuevas zapatillas de Adidas "F50" con una imagen de 2 grandes futbolistas:Messi y Villa.Su eslogan es:La Más Ligera,La Más Rapida.

Critica:Alicia en el Pais de las Maravillas

lunes, 24 de mayo de 2010


Para empezar a mi la película me a parecido entretenida.Esta nueva forma de la pelicula en 3D me ha parecido mejor que la anterior de hace algunos años.Tiene partes muy graciosas,aunque tambien dramaticas;pero lo que no me ha gustado de la pelicula fue el personaje de "La Reina Blanca"(lo vi muy sobreactuado).En cambio "La Reina Roja" me ha gustado mucho,junto con el sombrerero y la liebre con la que el tomaba el té,son muy graciosos.

El Gallo y La Zorra

jueves, 15 de abril de 2010


Todas las mañanas al salir el sol
el bobo gallito salió a cantar.
Un día la zorra oyó su cantar
y bajo el árbol se puso a bailar.
-¿Por qué bailas tanto?-pregunto el gallo.
-¿Por qué cantas bello ?-contestó la zorra.
-¡Yo no canto lindo!-le dijo riendo-solo es mi saludo de cada mañana.
-Bajate del árbol que quiero abrazarte-dijo la zorra.
El bobo gallito se bajó del árbol y ...¡zas!La zorra se lo comió de un mordisco.

De esta lección, que piense todo el mundo y nunca haga caso al alagador.

Texto Argumentativo:Las Corridas de Toros

miércoles, 24 de marzo de 2010


En este artículo daré mi opinion acerca de las corridas de toros.

Yo pienso que las corridas de toros no se deben hacer porque ya que las personas sentimos cuando nos hacen daño, los animales también los sienten. Ademas porque sea mas grande o imponga más no va a sentir menos dolor, y los toros son los que padecen.

Imaginaos por un momento que os claven una espada afilada, que os traspase la piel y casi todo el cuerpo, que os arrastren por el suelo cuando estéis muertos o que os corten una oreja. No es agradable,¿verdad?

Pues eso lo sienten ellos, ¿y qué pasa con los perros abandonados o malheridos? ¡Qué pena!.Pero cuando maltratan a un perro todos, seguro, estariamos en desacuerdo y haríamos lo posible por salvarlo.

Pero ¿y los toros...?

Texto Expositivo: Los dinosaurios


Antes de nada quiero decir que mi Blog no trata de los Dinosaurios concretamente pero es un tema que me intriga y voy a hablar de él, especialmente de el Triceratops.

El Triceratops era un animal de gran tamaño de entre los 2,9 m de altura hasta los 3 m, su cuerpo era alargado de 7 m hasta los 9 m. Pesaba entre 6 a 12 toneladas, así que fácilmente podía derribar a un humano con un simple pisotón o empujón.

El Triceratops era homnívoro aunque tambien comía moluscos. Este animal tenía un carácter dócil pero si lo enfadaban podía llegar a matar hasta un T-Rex. Se extinguieron hace 65 millones de años. Su velocidad era de 35 Km/h.

Aún no se sabe nada de su reproduccion.

¿Y la Navidad?

miércoles, 24 de febrero de 2010


Dindón era un duendecito alegre y movedizo que vivía junto a su familia en una ciudad habitada sólo por duendes. Siempre estaba contento y hacía reír a los demás.

Si iba a la escuela, su mamá salía corriendo tras él para alcanzarle la mochila, si iba a jugar a la pelota, se acordaba al momento de patear que la había dejado en su casa.Dindón era famoso en su cuidad por perder las cosas, pero como todos lo sabían, cada cosa que aparecía y no tenía dueño, ya sabían a quién preguntarle.

Dindón amaba la Navidad. La esperaba con ansias y -siempre y cuando no los perdiera- le gustaba mucho leer cuentos y ver películas de Navidad. Sus padres no creían demasiado y por ende no le hablaban de lo que era realmente, por lo que el duendecito creció creyendo que la realidad era lo que le mostraban los libros y las películas. Mientras fue muy chiquito no hubo problemas, pero cuando creció las cosas se complicaron. Desde muy pequeño Dindón creció -como tantos niños escuchando historias de blancas Navidades- donde todos los paisajes se cubrían de nieve, los niños hacían muñecos con bufandas y los arbolitos más que verdes, eran blancos.

En las películas que veía ocurría también lo mismo, Papá Noel, muy abrigado, sobrevolaba con su trineo blancas montañas y sus renos tenían siempre la punta de nariz llena de nieve. En cada cuento, en cada relato y cada película Dindón se acostumbró a ver una Navidad blanca, paisajes con nieve, gente abrigada, árboles plagados de copos y renos con la punta de las narices muy frías.

Con el tiempo Dindón creció y ahí empezó la gran confusión. La primera Navidad que Dindón tuvo más conciencia de las cosas, se enfrentó a lo que él creyó era un grave problema.
Esperaba la Navidad con muchas ganas como siempre y también como era costumbre leía y releía los mismos cuentos y veía las mismas películas; las que le habían quedado, pues otras las había perdido.

Un día salió a la calle y se dio cuenta que, a pesar de faltar poco para el 25 de diciembre, el calor era realmente agobiante, el sol se había quedado como paradito firme arriba de él y todo brillaba bajo su luz. Nada encontró de blanco en el paisaje que veía, los verdes eran muy verdes, no había renos, sino perros callejeros cuyas narices no estaban para nada congeladas y por más que buscó y buscó no encontró ni un solo muñeco de nieve.

Comenzó a correr desesperado, creyendo que –una vez más- había perdido algo. Los otros duendes que lo vieron pasar corriendo y con carita de preocupado, le preguntaron qué le pasaba:

– ¿Dónde está? ¿Dónde está? Gritaba Dindón desesperado.
– ¿Dónde está ,qué amiguito? Le preguntaba los vecinos, creyendo que –como era costumbre- había perdido algo.
– ¿Dónde está? ¡No la veo, no la veo!
– ¿Qué perdiste esta vez Dindón? Se escuchó al unísono
– Perdí la Navidad. Se perdió, no está, la debo haber perdido yo. Sollozaba muy triste el duendecito.

Nadie entendía nada. Todos los duendes se miraban entre sí y finalmente miraban al pobre Dindón que no hacía más que llorar sin consuelo.

– ¿Cómo se va a perder la Navidad amiguito? ¿Qué estás diciendo? Preguntaban unos.
– Con este duendecito nunca se sabe. Decían otros. Vive perdiendo todo, a ver si termina siendo cierto y nos quedamos todos sin Navidad.

Cuando pudo calmarse un poco Dindón les explicó:

– La Navidad es blanca, tiene nieve, renos con la punta de la nariz como helados de agua, muñecos hechos en las plazas con narices de zanahoria, hace frío y los árboles no son verdes, pues están llenos de copos blancos que los cubren. ¡Todo eso se perdió! Volvió a sollozar nuestro amiguito.

Los demás duendes lo miraban creyendo que el pequeño no sabía lo que decía, pero en realidad sí sabía. Nadie le había enseñado lo que era la Navidad realmente y fue creciendo creyendo la realidad salía de un cuento o de una película.

– ¡Ya decía yo que este pequeño era un peligro! Miren lo que fue a perder ahora. Intervino un duende gruñón que nada entendía de ilusiones, creencias y Navidades.
– ¡Pero qué dice! Le contestó otro, ¿no ve que está confundido?
– ¡Es culpable! Decían unos que tampoco creían mucho en nada.
– ¡Culpable de qué! Retrucaban otros que no sólo creían, sino que sabían verdaderamente lo que era la Navidad y de qué se trataba.
– Creo que acá hay una gran confusión, dijo un duende viejito y muy sabio. Dindón no hay de qué preocuparse. Agregó.
– ¡Cómo que no! Lo que veo en nada se parece a cómo yo veo que es la Navidad. ¡Se perdió, se perdió y seguro yo tengo que ver con esto!
– Tranquilo amiguito. Aquí no se perdió nada. Lo que ocurre es que creciste sin que nadie te explicara se qué trataba y cómo era. Navidad, es siempre Navidad, haya nieve o sol, calor o frío. No pasa por el paisaje y lo que nos cuentan relatos o películas de otros países.
– No entiendo, no entiendo. Decía Dindón agarrándose su gorrito de duende temiendo perderlo.
– En Navidad celebramos el nacimiento del niño Jesús, para esta época en algunos lugares hace mucho frío, en otros, como nuestra cuidad, mucho calor. Lo importante es festejar junto a los seres que amamos que Jesús ha nacido y que con él, nacen nuevas esperanzas y una vida nueva para todos.
– ¿Y la nieve, y los renos con sus narices congeladas? Preguntó Dindón.
– Esa es la forma con la que representan en otros lugares, pero la Navidad es una, está en el corazón de cada uno, en el amor hacia los otros, en compartir con los seres queridos ese momento tan importante. Se trata de estar en familia, con calor o frío, con lluvia o sol.

Dindón miraba al duende viejo tratando de entender lo que nunca nadie le había explicado correctamente.

– Te repito amiguito, la Navidad no depende de lo que veas a tu alrededor, cada 25 de diciembre se produce el mismo milagro, el niño Jesús vuelve a hacer y lo hace en el corazón de cada uno de nosotros, los que creemos.
– ¡Ahora sí entiendo! Entonces no se perdió, yo no hice nada, no importa que nuestro paisaje no sea el que siempre vistió la Navidad para mis ojitos.
– Eso es, no busques afuera lo que está dentro tuyo, creo que sería bueno que hables con tu familia sobre esto ¿no te parece?
– ¡Gracias, muchas gracias amigo! Grito el duendecito y salió corriendo muy contento a su casa.

Por primera vez y gracias a la confusión de Dindón, su padres se pusieron a pensar que jamás le habían enseñado a su hijo de qué se trataba realmente la Navidad. Fue hermoso descubrirlo juntos, en familia.

Así fue que Dindón ,y sus papás también, aprendieron realmente que el milagro de la Navidad no vive en un copo de nieve, ni en un paisaje blanco. Es un milagro que año a año se renueva en el corazón de cada duende o persona que cree.

De todos modos y por las dudas, cada diciembre Dindón les recordaba a su familia y todos los que lo quisieran escuchar de qué se trataba la Navidad, no fuera cosa que el verdadero espíritu navideño volviera a perderse.

Franco de Vita ft. Wisin y Yandel - Donde esta el amor


Que no me falte la palabra ni el dolor
para poder decirte lo que pienso
ni una grieta para que puedas mirar
un corazón que no tiene descanso
y un mar que se propone a hacerse cada vez mayor
y un cielo que se nubla y se llena de rencor
y todo se define dependiendo de un color

y dónde está el amor
que ya se me olvidó

que no me falte la memoria pa´ contar
lo visto y lo que estamos viendo ahora
ni garganta si es que tengo que gritar
y que la libertad no vende sueños

ay que no me falte el aire cuando tenga que volver
que no me arranquen de raiz que solo se nace una vez
y a ver si tengo suerte que en algo hay que creer

y dónde está el amor
que ya se me olvidó (2)

que no me falte el aire cuando tenga que volver
que no me arranquen de raiz que solo se nace una vez
y a ver si tengo suerte que en algo hay que creer

ayy dónde está el amor
que ya se me olvidó
y dónde está el amor
alguien se lo robó
y dónde está el amor
que ya se me olvidó
y dónde está el amor
alguien se lo robó

He puesto esta canción porque me gusta y habla de la situacion actual del mundo.

Critica Cuento de Navidad


CRITICA CUENTO DE NAVIDAD
Pues yo no he visto la pelicula. Sí he leido el libro, pero la historia no me ha gustado mucho. Más que nada el principio ya que al empezar la historia no te llama mucho la atención pero a menudo que pasa el tiempo te gusta un poco más.

La parte que más me gustó fue la visita de los 3 espíritus y en especial al final, cuando Scrooge cree en la Navidad.

La guerra


La guerra no nace
la guerra se hace,
el hombre se mata
con armas y bombas.

Las bombas explotan
en un par de segundos,
destruyen muchas cosas
que son bellas y hermosas.

La guerra es maldad,
la paz es bondad,
la guerra es injusta
la paz es bondad.

Algunos se esconden
para no morir,
otros se duermen
para no sufrir
algunos rezamos
para pedir:
que la guerra en el mundo
deje de existir.